Todos vemos cómo día a día el mundo se mueve cada vez más a través de Internet, especialmente en los Social Media. Para todas las empresas tener una buena estrategia de marketing online es un reto, casi una necesidad; sin embargo, no todas lo afrontan con el mismo nivel de riesgo.

Una empresa multinacional podrá tener un departamento completo (incluso en cada país en que tenga sede) con una multitud de cabezas pensando cómo promocionar la marca. Una pequeña empresa, con cinco, dos o, incluso, un único trabajador, tendrá pocas cabezas dándole al coco, con la complicación de que esas mismas cabezas llevarán al mismo tiempo el área de administración, de Recursos Humanos o de Atención al Cliente, incluso todas a la vez.

Este post se propone ahondar en las dificultades de hacerse un hueco en los Social Media para ti, pequeña empresa, proponiendo algunas soluciones que, si bien no harán la carga de trabajo más liviana, ayudarán a cometer menos errores y rentabilizar el esfuerzo.

Esquema

1. ¿Qué soy?

Sin tener esto claro no puedes lanzarte a ninguna aventura, ni a la del marketing online ni simplemente a montar una pequeña empresa. Será necesario hacer un estudio de mercado con el que concretar clientes potenciales, necesidades, qué podemos ofrecer, qué ofrece la competencia, qué nos puede diferenciar de la competencia… así como la probable necesidad de segmentar el mercado, estableciendo diferentes nichos y optando sólo por uno o marcando estrategias de trabajo y productos diferentes para cada uno de ellos.

Puede parecerte que esto ya lo has hecho (quizá porque lo hiciste cuando te decidiste a emprender la carrera empresarial), pero no puedes dejar de lado que, en realidad, nos vamos a mover en un ámbito totalmente diferente donde las distancias se difuminan, lo que puede dar resultados totalmente diferentes al estudio previo a nivel exclusivamente físico.

Sobre esto pueden servirte las ideas que aporta la Guía definitiva de estrategias de marketing.

2. ¿Qué quiero ser?

Aquí toca soñar, pero con cabeza. Poner objetivos concretos, fungibles y razonables. Si tu intención es mantener el nivel de facturación, tu estrategia no deberá ser la misma que si buscas duplicarlo o, incluso, internacionalizar la empresa. Has de estudiar a fondo los distintos modos de presencia en Internet, sus pros y contras, y optar por aquel o aquellos que te sean realmente útiles. Muy por encima, podemos señalar los siguientes:

Página web. Tener una página web de la empresa nos permite enseñar nuestros productos y nuestro modo de trabajar de una manera objetiva. Asimismo, nos da la posibilidad de introducir una tienda online. Sin embargo, hay varias cosas que no podemos descuidar:

Estructura bien el contenido. Esto es esencial para que los clientes no se vayan sin encontrar lo que buscan. Apartados esenciales en una web de empresa son una presentación (¿quiénes sois? ¿qué hacéis?), un muestrario de la oferta (en función del tipo de empresa podrá ser un catálogo de productos, ejemplos de trabajos realizados o del sistema de trabajo, etc…) y la información de contacto (domicilio físico, plano, teléfono, fax, email, formulario para redacción de un email, etc…).

Cuida tu imagen de marca. Elige bien los colores, pon gráficos de calidad, no descuides la ortografía ni las palabras con las que dices las cosas. Una primera buena impresión puede ser la diferencia entre que alguien cierre tu página porque parece “poco profesional” o siga navegando por ella.

Haz una web sencilla (que no pobre) y accesible que esté bien organizada desde el punto de vista del posicionamiento SEO y que no tenga zonas en obras. Pon contenidos acabados y de calidad. Si algo está a medias es mejor no enseñarlo, dará a entender que no le dedicas la atención suficiente.

Redes sociales. Nos permiten un contacto directo y en directo con nuestros clientes y seguidores. Si bien cada una tiene sus propias particularidades (Facebook, Twitter, Google+, Instagram, Pinterest, LinkedIn, … cada una es distinta), existen varios consejos que nunca puedes olvidar:

Ofrece contenidos periódicamente (diarios, semanales…) y de calidad. Si publicas sólo cuando te viene bien la gente no te esperará, crea expectación e intriga ante cada publicación. Si, además, lo que publicas no merece la pena, nadie volverá a interesarse por lo que haces.

Elige bien cuando publicas. Todo en las redes es fugaz; asegúrate de que cuando publicas tu mercado objetivo está conectado.

Haz publicaciones visuales. Está demostrado que las imágenes y los videos captan más atención que el texto, permitiendo a los clientes-seguidores acceder a más información en menos tiempo o captándolos emocionalmente y fidelizándolos.

Socialízate. Para recibir primero hay que dar. Navega, haz clic en “me gusta”, comenta,… Si ven que te mueves, al resto de usuarios le darán ganas de conocerte.

Sé respetuoso. Las buenas maneras, especialmente escribiendo, te harán valer como persona y harán crecer tu imagen de marca positivamente.

Sé agradecido. Un comentario bueno o un “me gusta” son de agradecer, un comentario negativo es una oportunidad para solucionar un problema que no conocías y fidelizar a un cliente.

Sé cercano. Pero no olvides nunca que tú eres la empresa y los otros son clientes y seguidores, no amigos. El nivel de confianza y la forma de hablar no son los mismos.

Publicidad de pago en Internet. Ya sea a través de Google o de las Redes Sociales, es una acción a evaluar. Si tu intención es ampliar la facturación y deslocalizar los clientes, es una buena opción. En tanto que supone una inversión mayor, piénsalo bien y no tomes decisiones a la ligera. Por supuesto, si no lo vas a hacer bien, mejor no lo hagas. Aquí tienes un ejemplo de cómo organizar tus acciones publicitarias en Facebook.

Cabecera

3. ¿Cómo puedo serlo?

Una vez que acabamos de soñar, toca bajar al mundo. ¿Cuánto invertir? ¿Dónde? Sólo tú puedes dar una respuesta adecuada a esta pregunta.

Si te has decidido por lanzar la empresa en las redes sociales y has elegido más de dos, ¡cuidado! Vuelvo al principio. Sois pocos (quizás tú solo) y, como dice el refrán, el tiempo es dinero. Elige bien qué tiempo vas a dedicarle a este mundo que, te aviso, es absorbente y celoso (te quiere todo para él).

Una máxima puede ayudarte en esta decisión: “Siempre es mejor poco, pero de calidad.”

4. ¿Lo soy? ¿Lo estoy logrando?

Un fallo que cometen a menudo muchas empresas es no comprobar los resultados de sus acciones. Está claro que no puedes poner la empresa en stand-by para comprobar cómo va todo pero, del mismo modo que llevas la contabilidad y e intentas que no haya números rojos, debes comprobar que el dinero que inviertes te es rentable invertirlo. En este aspecto la inversión en marketing online no se diferencia de la que haces en otras partidas como bombillas, cartelería para rebajas, maniquíes, ordenadores o stock más que en una cosa: bien utilizado, una pequeña inversión puede ser muy rentable y contribuir a aumentar el volumen de negocio (y con él los beneficios).

El análisis del cumplimiento de objetivos te servirá para amoldar, modificar, eliminar o perpetuar estrategias de trabajo


¡Ten claro lo que quieres hacer, hazlo con cabeza y comprueba que efectivamente lo has hecho!


Espero que hayáis disfrutado y os pueda ayudar este post,

Abrazotesssssssssss

 

2 comentarios en “Cómo hacer marketing online desde una PYME y no morir en el intento

Deja un comentario